¿Por qué ciertas campañas de relaciones públicas prosperan y otras no? Las causas considero yo no son de forma sino de fondo. Son los dirigentes empresariales quienes determinan con sus políticas el éxito de las mismas.
Afortunadamente para quienes están en la jugada, disponer de creatividad como de agallas, es lo que se necesita para destacar sus ideales de los demás en el atiborrado mercado actual. Aquellos días, en los que se pagaba por despertar interés para transmitir credibilidad están quedando en el olvido. La gente está hastiada tal cual es cautelosa con los mensajes y las promesas del mercado.
Hoy día, se gana usted la credibilidad a través de los pormenores de su oferta como por el proceder acertado de su personal. Dicho así, prudente es concentrarse vehementemente en un ideal. Establezca un propósito ambicioso y asegúrese de comprender los asuntos tangibles, que en últimas serán los más relevantes para su personal como para su audiencia.
Hoy día, se gana usted la credibilidad a través de los pormenores de su oferta como por el proceder acertado de su personal. Dicho así, prudente es concentrarse vehementemente en un ideal. Establezca un propósito ambicioso y asegúrese de comprender los asuntos tangibles, que en últimas serán los más relevantes para su personal como para su audiencia.
Si lo que pretende la FIFA con la Copa América es aparecer como intelectuales, no debió haber dicho que eran poetas, debió haber escrito un soneto. ¿Por qué entonces no lo hicieron?
Sencillamente, porque escribir un soneto requiere de creatividad, tiempo y esfuerzo. No es sencillo crear algo original y convincente, particularmente cuando han sido evidentes las condiciones de corrupción al interior de la asociación de derecho suizo que gobierna las federaciones de fútbol en todo el planeta y que dice representar, “un ejemplo de gobernanza corporativa entre las federaciones deportivas internacionales, ayudando a abordar los problemas actuales como las apuestas ilegales, los sobornos y otras actividades ilícitas”.
Sencillamente, porque escribir un soneto requiere de creatividad, tiempo y esfuerzo. No es sencillo crear algo original y convincente, particularmente cuando han sido evidentes las condiciones de corrupción al interior de la asociación de derecho suizo que gobierna las federaciones de fútbol en todo el planeta y que dice representar, “un ejemplo de gobernanza corporativa entre las federaciones deportivas internacionales, ayudando a abordar los problemas actuales como las apuestas ilegales, los sobornos y otras actividades ilícitas”.
En este desolador panorama de semejanza y ambigüedad, busque usted insistentemente situaciones para sobresalir de entre los demás. Conciba y desarrolle entidades que sean singulares, elocuentes y humanitarias.
Es más, para escribir poesía se requiere de coraje. No es asunto fácil fracasar ante toda una audiencia.
Para que la FIFA pueda meterse en la jugada, más allá de la presente versión de la Copa América, debería al menos abordar tres interrogantes: ¿Cómo están sus directivas garantizando la suficiente capacidad de adaptación interna como para atravesar su actual momento de turbulencia? ¿Qué está haciendo la susodicha asociación de derecho suizo como para consolidarse en el vecindario tal cual en la mente de la afición? ¿Qué funciones están ejerciendo para resolver las situaciones de apuestas ilegales, los sobornos y otras actividades ilícitas?
Ciertamente, la FIFA es única como asociación, considerando por lo demás, que dispone de acceso excepcional a los ex funcionarios deportivos más talentos así como de procesos innovadores que facilitan conjugar dichas mentes en la forma más productiva.
La innovación, las economías de escala y las alianzas estratégicas —son fundamentales para resolver los retos corporativos tanto locales como globales—. Aun cuando también en el pasado, las susodichas y tan preciadas competencias, pudieron haber sido apropiadas para que las instituciones las utilizaran para satisfacer las expectativas de sus accionistas que, por estos días de calentura y despiadados modelos económicos neoliberales, parecieran ya no querer serlo. El auge de la tecnología y la globalización, permitieron por igual la prosperidad corporativa de la última década como el advenimiento de profundos cambios globales.
Aquellas organizaciones con prospero porvenir, lo alcanzarán porque sus beneficiarios, consumidores y empleados, verán cómo las directivas asumen su liderazgo a través de un propósito mucho mayor, tal cual lo es asumir por igual su función corporativa desde el interior como del exterior de la comunidad y la cadena de suministros.
O como quien dice, para evitar una nueva ‘tarjeta roja’, apropiadísimo sería que la FIFA engrane por la senda indicada, porque sino ni la Copa América ni la Copa Mundial Femenina Canadá, le congraciarán con su audiencia.
Ciertamente, la FIFA es única como asociación, considerando por lo demás, que dispone de acceso excepcional a los ex funcionarios deportivos más talentos así como de procesos innovadores que facilitan conjugar dichas mentes en la forma más productiva.
La innovación, las economías de escala y las alianzas estratégicas —son fundamentales para resolver los retos corporativos tanto locales como globales—. Aun cuando también en el pasado, las susodichas y tan preciadas competencias, pudieron haber sido apropiadas para que las instituciones las utilizaran para satisfacer las expectativas de sus accionistas que, por estos días de calentura y despiadados modelos económicos neoliberales, parecieran ya no querer serlo. El auge de la tecnología y la globalización, permitieron por igual la prosperidad corporativa de la última década como el advenimiento de profundos cambios globales.
Aquellas organizaciones con prospero porvenir, lo alcanzarán porque sus beneficiarios, consumidores y empleados, verán cómo las directivas asumen su liderazgo a través de un propósito mucho mayor, tal cual lo es asumir por igual su función corporativa desde el interior como del exterior de la comunidad y la cadena de suministros.
O como quien dice, para evitar una nueva ‘tarjeta roja’, apropiadísimo sería que la FIFA engrane por la senda indicada, porque sino ni la Copa América ni la Copa Mundial Femenina Canadá, le congraciarán con su audiencia.